Cómo enfrentar lo malo

Pasa lo que pasa siempre que uno decide poner un punto final, cuando uno ya está cansado de la manera en que se encuentra su presente. ¿Cansancio? ¿Aburrimiento? Tal vez un poco de ambos.

Nos ocurre con muchas cosas de la vida, como el trabajo, el estudio, cambiar nuestro cuerpo o con las parejas. Sea cualquier situación, hay que tener presente que la vida no regala todo rápido ni de manera fácil. Para conseguir algo hay que trabajar, duro y con constancia, sólo así se llegará al objetivo. ¡Paciencia hay que tener mucha! Disfrutar la meta cuando llegue, pero mientras tanto, sentir alegría de estar en el camino correcto y sentir cada paso hacia la meta.

Suena a cliché el tan quemado "pensar positivo", pero si uno lo hace seguido pasa a ser una filosofía de vida.
También se llama "Optimismo" y se entiende como  la 'capacidad de ver el lado positivo o más favorable de las cosas'. Pensar que sí uno está emprendiendo un camino, las piedras pueden aparecer en algún momento y son partes del mismo andar. Todo lo que nos ocurre en nuestra vida tiene un precio... Sí algo maravilloso nos está pasando, es porque ya hemos pagado por ello, y sólo hay que disfrutarlo. Sí estamos pasando un mal momento, quizás es el precio que estamos pagando para que venga algo mejor mañana.

No olvidar que: "El éxito es la suma de pequeños esfuerzos repetidos día a día"

(En esta entrada hablo de la 'RESILIENCIA', concepto que está muy relacionado con lo que vengo diciendo.)

- ¿En qué nos puede ayudar el optimismo?
Básicamente, hay 3 ocasiones en que se ven sus beneficios:
1) Problemas depresivos: Claramente, se sufren menos estos problemas, pero si se entra en uno, el optimismo es esa gota de esperanza de que 'no está todo perdido' y que se saldrá de esa situación. Podemos amortiguar' las dificultades y así sufrir menos.
2) Enfermedades físicas: El efecto en éstas es disminuirlas, ya que el hecho de enfrentar adecuadamente el estrés, de manera que se evitan sus efectos nocivos en la salud.
3) Ámbito educativo, laboral y deportivo: En éstas, el optimismo nos ayuda a tener expectativas y sueños por los que luchar, y así nos mantiene motivados hacia el logro que deseamos alcanzar.

- ¿Cómo se puede ser optimista?
La clave está en la manera en que evaluamos nuestras experiencias. Generalmente, frente a acontecimientos positivos, se atribuyen al trabajo de cada uno... Es decir: si me ascendieron en el trabajo es porque me lo merezco; si aprobé el examen es porque estudié y le dediqué su tiempo. Y frente las situaciones negativas, se las explica con causa a factores externos... Es decir: si alguien me trata mal es porque quizás no tuvo un buen día, lo que nos da la oportunidad de dar 'otra chance' a la relación y no entrar en peleas. Ésto ayuda a no pensar en que hay algo en nosotros que nos hace actuar mal, o que tenemos  capacidad para relacionarnos con los demás. 

Y sí... La vida cuesta... Hay obstáculos, hay piedras, hay trabas, hay mala onda, hay enemigos, y todo lo negativo que se les ocurra. Pero también, y de más importancia, es lo lindo, lo que nos hace sentir orgullosos de nosotros mismos, aquello que nos da satisfacción, eso que nos hace Sonreír, que nos llena el alma... Comprender todo como las dos caras que tiene una moneda: Ambas forman parte de un mismo objeto.

"Nada se pierde, todo se transforma" ☺

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¡Hasta la próxima!
Marian-

Aprender a soltar

Nos conocimos vía internet, como con todos los últimos de mi vida. Con algunos hablaba dos o tres días, con él un mes y poco más, antes de conocernos. No había mucho esfuerzo para sacar charlas, nos fluían libremente, como si fuéramos conocidos de más tiempo. Nunca faltaron los mensajes de 'Buen día', la excusa perfecta para hablar los siete días de la semana. Después del mes, sentía que debíamos vernos, ¿ésto es real? ¿Qué quiere de mí? ¿Podemos avanzar? Hasta que llegó el día... Pasé las 24 horas anteriores pensando (obviamente) qué ponerme, qué le preguntaría, qué haríamos.

Jueves a la noche, la tan esperada cita. Ya había escuchado su voz por los audios de whatsapp, pero en conjunto con su mirada y su sonrisa, eran la perfección. Era como se mostraba. Morocho. Ojos profundos. Sonrisa hermosa. Brazos... Bueno, ¿para qué seguir? Era un sueño, físicamente hablando. Sentí ese cosquilleo que no me dejó tranquila, hasta que rozó mi mano. Luego del plan, salimos a caminar.

Parque. Cielo estrellado. Tiempo templado. Si había momento justo, era ese. Sabía cómo hacerse desear, hasta que caí en sus encantos. Ese tacto, esa suavidad, esos brazos fuertes que me rodearon la cintura fueron el condimento que faltaba. A centímetros me confesó su nerviosismo y que le gustaba. No se me ocurrió mejor idea que acercarme y besar sus labios... Una y otra vez. Eran un vicio... Mí vicio. Y esos abrazos, ¡los esperaba hace bastante tiempo!

Fin de la cita. Más mensajes. Más salidas. Todo encajaba...
Pensaba que quizás era momento de que me llegara "eso" que a todos les llega a esta edad. Nos conocimos más y admito que no es perfecto, pero al menos era lo que yo quería. Pasamos meses así hasta aquella tarde que, tomando coraje, le dije que "quería más", que la pasaba muy bien con él, que en el día pensaba miles de veces en su todo, que no había noche que no recordara ese primer beso, que anhelaba un abrazo confortante como él sólo me los daba (sin caer en obsesiones ni cursilerías, ¿no?). Su reacción no fue la que esperaba. Sólo dijo "Estamos bien, no quiero ataduras, disfrutemos lo que tenemos." Compartí lo del disfrutar... Pero quería que ese disfrute sea seguro y que me dure más días, más semanas.

Como buena optimista, descansé, hablé con mi almohada y repasé mi pasado. Estaba bien lo que él pensaba, era lo mismo que yo quería... Hace un tiempo atrás. Lo disfruté como pude. Me hice feliz a su lado, pero cada día que pasaba me alejaba un poco. Mi vida estaba dando un vuelco, miraba las cosas con otros lentes, yo no era la de años atrás. Quería más, como se lo dije. Así que sólo pedí una cita más para despedirme. No podía seguir siendo hipócrita conmigo misma, estaba cambiando, y esa "relación" no encajaba con ese cambio. Sí, quizás tardé en comprender que era momento de soltar-lo, pero lo hice, así con toda la frialdad que me caracterizaba. ¿Para qué estar con alguien que no me da lo que quiero? ¿Por qué contentarme con una tarde y nada más? ¿Y si la jugaba de "ganador" y hacía lo mismo con otras mujeres?

Le puse un punto final, de la misma manera en que comenzamos esta historia. Agarré el celular y mandé un último audio de whatsapp:
"No estoy para estos juegos. Fue un placer conocerte y compartir con vos una parte de mi vida. Gracias por los abrazos, no te los volveré a pedir. Hasta luego, pronto, o nunca; veremos a dónde nos lleva la vida. Hoy tengo que dejarte ir. Besos"

Es momento de darle fin a todo lo que pude darle.

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¡Hasta la próxima!
Marian-

Los secretos en sus ojos

No era el 'carita bonita'. No era el más inteligente. No tenía el cuerpo 'perfecto'. No era el más elegante. No era de hablar en serio.

Pero tenía la sonrisa enorme. Era de los que sacan charla, sólo para seguir hablando. Era el que levantaba el humor con sus malos chistes. Tenía objetivos que cumplía firmemente. Era soñador y aventurero. Tenía la seguridad y el autoestima que ella buscaba en los hombres.

Ella acostumbraba a acercarse, disfrutar y después irse. No quería compromisos. No le funcionaban las parejas. No duraba más de cinco meses con la misma persona al lado. Ella no tenía buen humor siempre. No tenía la mejor sonrisa. No hacía buenos chistes. Tampoco era la del cuerpo perfecto. A pesar de ello, era la persona más segura de sí misma... Quizás la confianza que podría tener en los demás, se la quedó para sí misma. Sólo se quería ella. Sólo se admiraba ella. Sólo confiaba en ella.

Él la vio y sintió su mirada, que dicen es muy cautivadora. Él rozó sus manos y no las quiso soltar, imposible con la suavidad que tenían. Abrazó su cintura y su pecho fue el lugar más confortante que esperaba encontrar hace tiempo. Él la rodeó con sus brazos y probó sus labios. Lo único que obtuvo fue su veneno, lo frío de su corazón y su falta de empatía. Ella era una piedra con forma de persona, pero él siguió insistiendo hasta que se cansó.
Y comprendió que el amor no se mendiga, que la dignidad no se pierde y que el tiempo no se pierde con cualquiera. Se fue alejando porque sabía que ella no iba a cambiar, era y seguirá siendo así. Ella no notó su lejanía hasta que por un tiempo no supo más de él, hasta que no le hablaban cariñosamente, hasta que no mantenía charlas divertidas.

Él la quería. Ella también.

Él se arriesgó. Ella no se animó.
Podrían haber tenido una linda historia entre los dos. Se conocieron en momentos equivocados. Quizás en otro tiempo les habría funcionado. No coincidieron, pues él llegó muy temprano y ella, como de costumbre, muy tarde.

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Marian-

Lejos mío

Creía que era para siempre.
Creía que esta vez iba a ser diferente.
Creía que él era lo mejor de lo mejor...
Creía todo y vivió en un cuento de hadas.

Pero éstos no son eternos.
Algunos tienen finales felices...
Otros trágicos.
¿Y éste?

Trágico.
Mortífero.
Ligero...
Como ningún otro.

"Es demasiado superficial,
Pero yo lo sabía."
Decía para contentarse...
¿Para qué mentir así?

Ella era de uno,
Él era de muchas...
Eso no la detuvo,
Ella apostó por él.

Entregó su corazón.
Entregó su tiempo.
Entregó su carisma.
Y también entregó su belleza.

¿Hizo bien?
¿Hizo mal?
No es lo que importa.
Ni siquiera a ella.

Después de su pérdida,
Aprendió a alejarse de superficiales.
De aquellos hombres vacíos,
De aquellos hombres cobardes.

¿Por qué?
Por que la mujer ama.
Por que la mujer entrega cuerpo y alma,
Y no hay remedio contra eso.

¿Entonces?
Hay que tenerles alergia...
Hay que decirles "No"...
Hay que quererlos... Lejos.

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¡Hasta la próxima!
Marian-

Valor(arse)

Un día medio gris, música de fondo y unos buenos mates, hacían el decorado perfecto de su mente pensante. Escuchaba decir que gracias al mate, y más en soledad, podemos concentrarnos y dejar que nuestra mente fluya. Ella lo sabía bien...
¿Por qué? ¿Para qué? ¿Que ganaría de eso? ¿Habría algo para ganar? ¿Duraría? Toda la tarde intentaba responderse. Analizó todo su pasado tal como un analista lo haría, no olvidó nada. Recordó cada persona, cada lugar y cada emoción que había vivido hasta entonces.
Cansada ya de mates y música aburrida, se levantó a cambiar las cosas de la habitación, le molestaba mucho la monotonía. Entre tanto trabajo apareció la caja... Tal 'caja de recuerdos' que dicen que todos tenemos por ahí.
La abrió. Sacó cada papel y lo leyó. Hasta que, por destino, karma o bendición, encontró el parafraseo de un cuento:

"... Y el hombre siguió de negocio en negocio escuchando las ofertas de su anillo. Volvió al sabio al que le comunicó que le darían muy buenas monedas en 'X lugar'. El sabio luego lo mandó a la mejor de las joyerías, la renombrada, lujosa y seria. Allí le valuaron su anillo en millones de monedas, que le alcanzarían para vivir plenamente el resto de su vida. Con tal alegría volvió hacia el sabio para comentarle lo sucedido. El sabio sólo le respondió 'Y tú que te conformabas con doscientas... ¿Ves? No todos saben el verdadero valor'. " *

Ahí hizo clic. Derramó una lágrima, o tal vez dos. ¿Su presente era lo que se merecía? ¿Ella tenía un precio?

Fue ahí que comprendió que no todas las personas con las que se cruza saben su valor. Que si alguien le trató mal, que si alguien le hizo sufrir o que si alguien la rechazó, fue porque no conocen de la calidad de las personas.

Ella se amaba como jamás amó a alguien. Se quería bien y fuerte. Dio pasos con más seguridad que antes... Demostrando la confianza en ella misma. No permitió que alguien la devaluara. Con una sonrisa en su cara sabía que un día llegaría ese experto que aprecie su importancia...

O tal vez no.

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Éste es uno de esos relatos que uno se arma en un ratito. Y, aunque no quiera, toca alguna parte de mí... Pero lo importante es aprender 😉

* El parafraseo es del cuento "El valor del anillo" de Bucay. Lo pueden leer acá ☺

¡Hasta la próxima!
Marian-

No nos acostumbremos

Suele ser lindo recibir un mensaje de "buen día", nos alegra la mañana el hecho de saber que alguien ser levantó pensando en uno. Como así también cuando nos hablan todos los días, cuando nos hacen reír, cuando nos disculpan los mal entendidos, cuando nos dan sorpresas... Cuando es todo "perfecto".
Pero la vida no es un cuento de hadas ni es de color rosa. Hay obstáculos, hay pozos, hay 'gente mala onda', hay enemigos. Y cuando las cosas ya no son 'como antes', nos entristecemos, nos enojamos, y queremos tirar todo por la borda.

No... No funciona así. ¿Por qué comportarnos como niños caprichosos? Basta... Lo que está, está... Pero también puede desaparecer algún día. ¿Y duele? Claro que sí, a veces mucho y otras no tanto...

A veces no le damos la suficiente importancia al tiempo que nos dedican, a las atenciones que recibimos, y solemos decir "es lo que corresponde"... Y medimos o comparamos cada conducta con cierta métrica impuesta (familiar, sociedad, moralista, etc). ¿Por que? ¿Por qué pensar que todos los humanos debemos actuar los mismos pasos, y pensar de la misma manera? Nada más lejos de la realidad.

Hay una palabra mágica que encaja con el sentido de este post: RESILIENCIA. Ésta significa la capacidad de enfrentar los problemas y salir fortalecido de cada uno. Sí, suele ser el cliché del 'pensar positivo', o de 'ver la cara buena de la moneda'.
Cuesta, duele, quizás no es para todos... Pero que funciona, ¡funciona!
¿Y qué hacer para ejercitarla? Desde mi experiencia, diría que hay que hacer un abordaje total del momento. Es decir tratar de responderse: "por qué llegué acá", "cómo llegué", y la más difícil, "para qué". Hay que tener en cuenta los pensamientos, las conductas, los sentimientos y las emociones; Anotarlas o sólo tenerlas en la mente, ambas sirven. 😉
Y luego de revisar el pasado, enfocarse en el hoy, en este momento que duele, que afecta... ¿Qué se puede sacar de él? ¿Me enseña algo? ¿Esto me sirve para modificarse en qué aspecto? Aunque cueste creerlo, cada ruptura, cada enojo, cada distanciamiento, pelea, pérdida, como también alegrías, sorpresas, nos dejan algo más allá de lo visible. Cada uno cambia nuestros esquemas y así podemos aprender de ellas.
Como dije, lleva su tiempo, al principio no sale pero sólo con la práctica, así como la matemática, se puede lograr. ☺

No hay que pensar que lo de hoy permanecerá mañana... Ni lo bueno ni lo malo. Todo termina algún día, todo pasa, todo cambia.
¿Que hacer? Sólo disfrutar.

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¡Hasta la próxima!
Marian-

Enamorarse... ¿De qué?

((En esta entrada no voy a hablar cursimente 😉))

Suele pasar que conocemos una persona, le metemos fichas, hacemos 'lo mejor', queremos que todo vaya bien; pero al final, nos termina defraudando.
Y entonces... ¿Qué hacemos? Sufrimos, nos alejamos, y como a modo de defensa dicha carga amorosa vuelve a nuestro Yo. Oh bella re-vuelta de amor, ya no amamos a un extraño sino que aumentamos nuestro amor propio. 

Narcisismo en su estado puro, con ciertas matices claramente.
Pasa que nos queremos ver lindxs, cambiamos de looks, nos sacamos más fotos, interactuamos en las redes sociales, nos mostramos más en general. No es a modo de "Estoy súper bien", " No lx quería tanto", "No fue tan especial", con aires de superioridad; sino lo que normalmente se espera como reacción frente a una pérdida. Estar en la etapa de inversión del amor, hace que la creatividad explote, que tengamos ganas de hacer algo nuevo, de probar otras cosas, de pensar distinto. (Me surgieron muchas ideas para el blog,* ¿casualidad?)

Amor propio. Soledad. Soltar (amo esta palabra, lo habrán notado). Continuar. ((No responden a un orden lógico, simple asociación no tan libre)). Considero que el amor propio debe estar en todo momento, desde que nacemos hasta que morimos, siempre presente.
Una vez, alguien supo decirme que hay que aprender a conocer, aceptar y vivir, con esa persona que nos acompañará por la eternidad... O sea, uno mismo. Y claramente es así. Sí no comenzamos por respetarnos, ¿quién lo hará?; si no comenzamos a amarnos, ¿quién lo hará?; si no comenzamos a aceptarnos, ¿quién lo hará? Y un sinfín de causas-efectos más.

Entonces... ¿Qué nos puede dar satisfacción? Las metas, los objetivos cumplidos, las recompensas-refuerzos. ¿Por qué no atar nuestra vida a cumplir algo que no creíamos capaces? ¿Por qué no disfrutar de nuestra persona amándola y haciéndola fuerte ante cualquier obstáculo? ¿Por qué no dejar de pensar en plural y comenzar a ver las cosas en singular? El único amor que no te defraudará es el que te tienes hacia vos.

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* P/d. Quiero darle un cambio, pero no pensaba que esto de no tener computadora afectara tanto 😞  ¡Ya veremos cuándo será!

¡Hasta la próxima!
Marian-

"Que nadie"

(Tenía ganas de escribir algo parecido, pero la verdad que es más bello el tema ❤
Lo relaciono mucho con esos momentos en que necesitas ser fuerte, en que debes seguir hacia adelante. El dolor queda, somos responsables de nuestros errores, pero también es nuestra decisión dejar de sufrir.)

Hoy escriben en el blog Malú y Manuel Carrasco ☺

"Empezaron los problemas 
se enganchó a la pena, 
se aferró a la soledad.
Ya no mira las estrellas, 
mira sus ojeras, 
cansada de pelear. 

Olvidándose de todo 
busca algún modo 
de encontrar su libertad. 
El cerrojo que le aprieta 
le pone cadenas 
y nunca descansa en paz... 
y tu dignidad se ha quedado esperando a que vuelvas. 
 

Que nadie calle tu verdad, 
que nadie te ahogue el corazón, 
que nadie te haga más llorar 
hundiéndote en silencio, 
que nadie te obligue a morir 
cortando tu alas al volar 
¡Que vuelvan tus ganas de vivir! 

En el túnel del espanto 
todo se hace largo 
¿Cuándo se iluminará? 
Amarrado a su destino 
va sin ser testigo 
de tu lento caminar.

Tienen hambre sus latidos 
pero son sumisos 
y suenan a su compás... 
La alegría traicionera 
le cierra la puerta 
o se sienta en su sofá 
y tu dignidad se ha quedado esperando a que vuelva...
 

Que nadie calle tu verdad, 
que nadie te ahogue el corazón, 
que nadie te haga más llorar 
mintiendote en silencio, 
que nadie te obligue a morir 
cortando tus alas al volar 
¡Que vuelvan tus ganas de vivir! "

Acá les dejó el link para escucharla ☺
Me hace pensar siempre que la escucho, la relaciono con algo diferente cada vez que suena en mi celular... En esta nota le di otro enfoque al hecho de "Sonreír y seguir", pensándolo en el tema de los vínculos, las falsedades, etc. Pero ese es otro tema. Hoy vengo con el positivismo que ayuda a muchxs, o eso espero, de no dejarse influenciar, no dejarse pisotear. Todxs somos seres importantes con un valor único, sólo algunos lo percibe. Y los que no, ¡allá ellxs!

A veces la única opción es sacar nuestra mejor sonrisa y continuar el camino. Siempre hacia adelante.

¡Hasta la próxima!

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Marian-