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10.31.2015

Perdiendo el tiempo

¿Nos hemos tomado el tiempo de 'perder el tiempo'? Siempre vamos apurados, llegamos tarde, corremos, vamos a alta velocidad... ¿Por qué?
¿Alguna vez nos sentamos a mirar la nada? Estoy segura que no...
Hace unos días se me hizo muy temprano para cumplir un horario y decidí quedarme en una plaza, frente a una fuente de agua. Miraba como los demás iban rápido, otros miraban el reloj a la vez que apuraban el paso, otros miraban abajo con cara de enojados... Y obviamente me miraban cómo los miraba, habrán pensado que estaba loca o algo así. En fin. Luego de unos cinco minutos quedó todo en silencio, sólo escuché el correr del agua y los pájaros. Fue un momento de corta duración pero demasiado intenso, en medio del caos que es comúnmente la ciudad. Respiré, cerré los ojos y sólo sentí... Así me vinieron muchos pensamientos, muchas cosas que estoy pasando, frente a las que sólo puedo sonreír y decir que estoy más fuerte que nunca, que no voy a dejarme derribar por nada ni nadie, y que la vida continúa. Considero que ya sufrí, ya lloré y ya me enojé lo necesario como para ahora poder sonreír, sólo queda esperar que el tiempo cure lo que debe.
Y por parte de esas casualidades, o causalidades, luego de mirar hacia el cielo bajo la vista hacia el frente; pasó un hombre, seguramente de veinte y tantos que me miraba, bastante para mi gusto. No supe que hacer porque, en estos días, es malo que alguien te observe tanto tiempo. Lo esquivé, hasta que por atracción quizás, le devolví la mirada... ¡Y me respondió con una hermosa sonrisa!
No pensé más allá de esa situación. Sólo fue un extraño que me regaló lo que considero es lo más lindo de un ser humano, la sonrisa. ¿Con qué necesidad? Vaya uno a saber... La verdad que me alegró el día, será quizás por la reacción de las neuronas espejo, no lo sé. Me sonrió un extraño y eso bastó para hacer mi día más lindo, después de tantas malas que vengo teniendo, ¿no es eso una señal de que todo mejorará?
Cuántas veces nos pasa que ciertas personas entran a nuestra vida por sólo 5 o 10 minutos, o 1 mes... ¿No será para enseñarnos lo que debemos aprender y luego como vienen, se van?
Espero que haya más sonrisas inesperadas, a personas extrañas... ¡No saben cuánto bienestar aportan! Además, tomarse el tiempo de hacer nada es muy confortante. Unos 10 minutos por día van a sumar mucho... Frenar la mente y el cuerpo para presenciar el presente, encontrando así la paz interior, lo que ayuda a reflexionar sobre los momentos, muy relacionado con lo que hablé en esta nota sobre la resiliencia. No hace falta ser budista o de alguna religión, es algo que podemos hacer todos y aporta muchos beneficios. 😉

"¡No perdamos la costumbre de ir adentro nuestro cada tanto, a ver qué tan felices somos, ahí al fondo todo se conecta de algún modo, todo fluye, todo cambia, todo!" *

¡Hasta la próxima!
Marian-

*Canción de Las Pastillas del abuelo, "El fondo de tu vida".

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